viernes, 28 de septiembre de 2007

EL MOTIVO

Disfruto cuando una novela transmite sentimientos y sensaciones. Asimismo, también me agrada fantasear sobre la trama, los personajes, los escenarios o incluso el autor. Supongo que cualquier lector, en alguna ocasión, ha pasado insatisfecho la última página de un libro: le hubiera gustado saber más. El inconveniente es que no podemos plantear preguntas. Además, la persona que podría atiborrar nuestra curiosidad—el autor— nos mira desde la fotografía de la solapa o la contraportada; pero sabemos que no dirá nada, se limita a observarnos. No deseo que a ustedes les ocurra algo parecido; ése es el principal motivo de abrir el presente blog. En él pueden verter sus opiniones, dudas, sugerencias o cualquier cuestión que consideren pertinente: de todas ellas obtendrán respuesta.
A lo largo de varias entradas escribiré sobre diversos temas relacionados con Algún día: los personajes, el contexto histórico, los detalles, «los folios falsos», etc.
De los pocos elementos con los que he dotado al blog destacaré uno: el reproductor de música. Ya que tengo por costumbre incluir al final de mis novelas un pequeño comentario sobre la música que escuché durante la escritura, he considerado oportuno trasladar algunos temas a este espacio.
El color negro de la plantilla, aunque puede resultar inhóspito, obedece a un motivo: la expresión «negro sobre blanco» hace referencia a las ideas que una persona pone por escrito; sin embargo, y ya que aspiro a que este blog les sea útil para observar Algún día desde otra perspectiva, como si estuvieran ante un negativo fotográfico, he invertido los colores: blanco sobre negro. Consideren que el ejemplar de la novela que tienen en sus manos es la imagen revelada; y esta «bitácora», el cliché.
Si al concluir la lectura de Algún día o durante la misma les asalta alguna duda o sencillamente quieren conocer algo más, en esta ocasión tendrán respuesta. Es cierto que yo también les miraré desde la solapa interior de la novela, pero deseo que el canal de comunicación que he abierto cumpla su función: ir más allá de las vivencias de unos personajes y comenzar nuestra propia trama. La página inicial ya está escrita y no hemos de temer al «síndrome del folio en blanco». No obstante, el resto depende de ustedes. Disfruten de la lectura de Algún día, y si lo desean, atraviesen el papel para llegar al reverso de la obra: les espero.


Foto: Algún día (Rocaeditorial 2007)